La cumbre del clima de Egipto, COP27, está cerrando la fase de acuerdo sin que los países ricos hayan envidado a los países en desarrollo un mensaje claro sobre la necesidad de compensarlos por las pérdidas y daños causados en su territorio por los efectos del cambio climático.
La denominada fase “técnica” arrancó el seis de noviembre con la inclusión, por primera de vez en la agenda de una cumbre del clima de la ONU, de un punto para decidir cómo financiar la compensación a los países más pobres por los daños sufridos mayoritariamente por las emisiones de los países más ricos.
La principal divergencia estriba en decidir a través de qué instrumento canalizar estas compensaciones.
Con el debate abierto, arranca la parte “ministerial” o “política” sin que, por el momento, haya ningún documento técnico relacionado con pérdidas y daños sobre el que las delegaciones puedan empezar a negociar los puntos y comas del que será el acuerdo final de la COP27.