El papa Francisco emprende el domingo una histórica visita de seis días a Canadá, un viaje “penitencial” para aliviar las cicatrices del pasado y pedir perdón por los abusos cometidos contra las poblaciones autóctonas en los internados católicos.

El pontífice, de 85 años, aterrizará a las 11H20 local (17H20 GMT) en Edmonton, Alberta (oeste), donde permanecerá tres días antes de trasladarse a Quebec y luego a Iqaluit, en el archipiélago ártico.

Durante el viaje internacional número 37º que realiza desde su elección en 2013, el papa argentino se dirigirá sobre todo a los nativos, a los pueblos amerindios ancestrales, que representan el 5% de la población de Canadá y divididos en tres grupos: los pueblos originarios, los métis y los inuits.

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