El Papa Francisco finalizó hoy miércoles 15 de mayo sus catequesis sobre el Padre Nuestro reflexionando, durante la Audiencia General que presidió en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
La catequesis estuvo centrada en la última petición de la oración del Padre Nuestro: “Líbranos del mal”. “Con esta expresión, el que reza no sólo pide no ser abandonado en el momento de la tentación, sino que también suplica ser liberado del mal”, explicó.
En este sentido, recordó que “el verbo griego original es mucho más fuerte: evoca la presencia del maligno que intenta atraparnos y mordernos y del cual se pide a Dios que nos libere”.
El Pontífice insistió en que el demonio no es un mito. “No pensemos que sea un mito, tal engaño nos lleva a bajar la guardia y así, mientras reducimos las defensas, él aprovecha para destruir nuestra vida”.