En la entrevista con Phil Pullella de Reuters, Francisco habló sobre los nombramientos de obispos en la República Popular China.
El Papa dice que el Acuerdo Provisional de la Santa Sede con la República Popular China «va bien» y espera que pueda renovarse el próximo octubre. Así lo expresa Francisco en una entrevista con la agencia de noticias Reuters, realizada por el corresponsal Philip Pullella.
Como se recordará, gracias al Acuerdo Provisional firmado en 2018, cuyo texto es actualmente confidencial, se sanó la situación de la Iglesia católica en China al volver a la plena comunión con Roma a los obispos nombrados sin mandato papal. El Acuerdo, que prevé un camino compartido para llegar al nombramiento de los nuevos obispos, deja al Pontífice la última palabra.
Como muestra la transcripción de la entrevista, el Papa Francisco defendió el acuerdo y, en primer lugar, agradeció el papel desempeñado por el cardenal Secretario de Estado: «Quien lleva a cabo este acuerdo es el cardenal. Parolin, que es el mejor diplomático de la Santa Sede, un hombre de alto nivel diplomático. Y sabe moverse, es un hombre dialogante y dialoga con las autoridades chinas. Creo que la comisión que preside ha hecho todo lo posible por avanzar y buscar una salida y la han encontrado».
Francisco defendió entonces la política de los pequeños pasos, ese «martirio de la paciencia» del que hablaba el cardenal Agostino Casaroli, artífice de la Ostpolitik del Vaticano hacia los países de Europa del Este entonces en el bloque soviético. «Muchos han dicho tantas cosas contra Juan XXIII, contra Pablo VI, contra Casaroli», explicó el Papa, «pero la diplomacia es así. Ante una situación cerrada hay que buscar lo posible, no lo ideal, la diplomacia es el arte de lo posible y de hacer que lo posible se convierta en real. La Santa Sede siempre ha tenido estos grandes hombres. Pero esto con China lo está llevando a cabo Parolin, que es grande en este sentido».