El Papa Francisco en la audiencia general la mañana del miércoles 7, en el aula Pablo Sexto del Vaticano en Roma, ha compartido con los fieles su segunda reflexión sobre “el discernimiento” basado en un testimonio concreto.
El Santo Padre ha tomado como “ejemplo instructivo” un episodio decisivo en la vida de San Ignacio de Loyola.
“Ignacio se encuentra en casa convaleciente. Para liberarse del aburrimiento pide leer algo. Durante la lectura comienza a descubrir otro mundo. Se queda fascinado por las figuras de San Francisco y de Santo Domingo y siente el deseo de imitarles”, ha relatado el Santo Padre, destacando la importancia de aspectos como “el tiempo y el punto de llegada de los pensamientos” en el proceso de discernimiento que viven las personas.
“Por eso, san Ignacio recomendaba leer las vidas de los santos, porque nos ayudan a ver cómo actúa Dios en nuestra propia existencia y en nuestra historia concreta”, ha expresado.
El papa ha expresado además durante la audiencia general de este miércoles su cercanía a todas las madres.
De forma especial se ha referido a las madres que tienen hijos que sufren: hijos enfermos, hijos marginados, hijos presos y ha elevado una oración particular por las madres de los jóvenes detenidos.