El evangelio de San Mateo recoge el grito de Jesús cuando era llevado por sus verdugos con la cruz a cuestas, cansado y azotado dijo: Dios Mío, Dios Mío, porque me has abandonado.

Fueron estas las últimas palabras de angustia y desesperación pronunciadas por Jesús, cuando los rigores extremos de la crucifixión debilitaban sus fuerzas físicas.

En el sermón de las 7 palabras del viernes santo, la Cuarta palabra no solo se asocia a estos tiempos al clamor de Jesús, sino también a la falta de justicia en la República Dominicana.

En la presentación de la Cuarta palabra del pasado viernes Santo, el Ingeniero Leonardo Mercedes, hizo un recuento de las necesidades que son asociadas a los momentos difíciles que vivimos.

Dijo que Cristo, con su grito de dolor expresado al Padre, no solo reflejaba su sufrimiento y desconsuelo, sino que también recogía y resumía el dolor de toda la humanidad, por la cual se sacrificaba buscando su redención.

Leonardo Mercedes dijo que los Barahoneros angustiados y desesperados ante las agresiones constantes, y para ponerle fin a la nociva y grave situación, han reclamado y gritado de manera constante el cese de la explotación minera del Bahoruco Oriental.

Reclaman además la anulación de las concesiones allí otorgadas a la empresa extranjera Belfond Interpray, además de la declaración de área protegida, y la incorporación al parque nacional sierra del Bahoruco, y que hasta la fecha no han recibido respuesta.

Enfatizó el ingeniero Leonardo Mercedes en la proclamación de la Cuarta Palabra, dentro del Sermón de las 7 palabras del pasado viernes Santo, que esta parte recoge el desahogo de todos los inocentes que sufren situaciones muy dolorosas y que parece no tener solución.

Dijo que en esta cuarta palabra se nos pide contemplar el grito y el dolor encarnado en la actualidad de tantos y hermanos y hermanas, que ni siquiera se atreven a expresarse y a gritar como Jesús.

En el siguiente vídeo podrá ampliar esta cuarta palabra y ver las demás palabras meditada el pasado viernes santo desde la Catedral Nuestra Señora del Rosario.

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