El Papa Francisco hizo pública su preocupación por el calentamiento global que está afectando al planeta y que está provocando tantos fenómenos naturales desastrosos. Se refirió al terremoto que afectó la frontera entre Irak e Irán.
Mediante dos telegramas enviados por el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, el Papa Francisco expresó su tristeza por las víctimas de ese potente terremoto.
El movimiento se produjo la noche del domingo 12 de noviembre, golpeando diferentes regiones de la frontera entre Irak e Irán dejando un saldo de al menos 530 muertos y 7 mil heridos.
El terremoto, de 7,3 grados de magnitud y epicentro cerca de la ciudad kurda-iraquí de Halabjah, dejó un panorama desolador y una convocatoria a la solidaridad.
En el mensaje de condolencias, el Cardenal Parolin indica que el Papa “está profundamente entristecido por el fuerte terremoto y llamó a todos los pueblos a dar su mano amiga.
Aunque el terremoto ha causado grandes destrozos materiales a ambos lados de la frontera, la mayor parte de las víctimas mortales se han registrado en la zona iraní.
Tanto en el lado iraní como en el iraquí, donde las infraestructuras se encuentran muy dañadas tras varios años de guerra contra el Estado Islámico, se han concentrado equipos de rescate en el que participan el Ejército, fuerzas policiales, de protección civil y voluntarios.
También se han creado hospitales de campaña para atender heridos, Las principales instalaciones de salud se encuentran colapsadas.
Además de las tareas de rescate de posibles supervivientes, la prioridad de las autoridades civiles es encontrar refugio para las miles de personas que se han visto obligadas a pasar la noche en la calle por los graves daños causados en sus hogares.