Tal y como lo establece la constitución.

“Debemos volver a recalificar el valor de la vida humana en todas sus dimensiones”, dijeron en un amplio documento que pusieron a circular.

Expresaron que no es posible que  se le reste valor a la mujer, al punto de no impresionarnos por los actos de feminicidios, y frenar con la educación en valores desde la familia.

Al referirse a la justica, los prelados se preguntan “¿cuánto es el clamor de nuestro pueblo por una administración sana de la justicia, lejos de la corrupción de las instituciones que la aplican, sea porque los procesos están viciados desde su raíz o porque algunos jueces se han quitado la venda de los ojos para ver según su conveniencia a quien aplicarla?”.

Observan que “un sistema que sacrifica los derechos fundamentales de la persona y de los grupos es contrario a la dignidad del hombre”.

Por  otro lado expresaron que la Iglesia Católica nunca ha estado en contra de que la Educación Sexual se imparta en las escuelas sino que, por el contrario, desde hace muchos años ha  propiciado que esté basada en valores.

A su juicio, ésta debe ser “integral y sustentada en responsabilidades, no exclusivamente en derechos” y su objetivo debe ser educar para que “el individuo aprenda a ser persona en el trato hacia los demás.

La Conferencia del Episcopado Dominicano aboga por que se tome en cuenta la afectividad y no quiera simplemente utilizar el cuerpo humano como un producto”.

Se oponen a que se dé valor a corrientes dañinas que deforman la igualdad, como la mal llamada ideología de género.

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