Por: Leoncio Noboa.
La agricultura en cualquier parte del mundo tiene unas raíces culturales muy profundas.
Nadie puede negar que el ser humano para crecer física y mentalmente necesita alimentarse y nutrirse de productos agrícolas y pecuarios es casi prescindir de ellos.
El día 15 de mayo, se celebro el día del agricultor, y de cara a unas elecciones nuestro país debe atender, prestar más atención a este importante sector de la economía nacional y que en los últimos años ha sido descuidado por las autoridades que tienen que ver con dicho sector.
El descuido radica básicamente en la aplicación de las nuevas tecnologías y políticas que imperan hoy en el mundo.
Los apoyos financieros directos a pequeños y medianos agricultores, el seguro agrícola, mejoramiento de los patrones culturales agrícola que heredamos de nuestros antepasados y que todavía se usan, tales como siembra de semillas de una tercera o cuarta generación, aplicación de riego anticuados donde se desperdicia mucha agua, sembrar tal o cual cultivo sin saber a quién ni cómo lo voy a vender o mercadear, etc.
En la región sur andamos con muchas limitaciones.
La mayoría de los agricultores están haciendo una agricultura muy artesanal y empírica.
Las semillas son de muy mala calidad, siembran lo que sea, riegan usando un sistema que riego que desperdicia Si no agua, muchos suelos no poseen drenajes adecuados por lo que se producen inundaciones con cualquier gotica de agua que
Los dominicanos, nos encontramos con que las tierras están ahí, esperando ser cultivadas por un agricultor que tiene grandes esperanzas pero con muy poco apoyo por unas autoridades cuyos fines apuntan hacia otro lado, lamentablemente.
La pequeña y mediana producción agrícola hay que fortalecerla. De ella depende en gran parte la alimentación del pueblo dominicano. Si no vayamos a los mercados y verán que los productos agrícolas que llegan a dichos mercados vienen de las pequeñas parcelas que precariamente explotan estos pequeños y medianos agricultores.