Al término de la zafra azucarera hace varias semanas en el ingenio Barahona, la gente de las comunidades cañeras del Sur andan para arriba y para abajo, sin encontrar donde echar un día de trabajo, para el sustento de sus familias.
Por tanto la vida en esas comunidades es muy difícil, debido a las precarias condiciones económicas en la que se desenvuelven, de acuerdo a la opinión de Cristofer Lafo, (Beronil), animador de la Comunidad Cristiana en Batey #5 de la Parroquia San Martin de Porres.
Alguna que otra persona, logran conseguir echar un día de trabajo en las plantaciones agrícolas de la zona, pero la mayoría no hayan que hacer, ni siquiera para comer una vez al día.
Las autoridades del Gobierno, han abandonado a su suerte a los y las habitantes de esas comunidades sureñas.
Deben poner empeño en la creación de fuentes de trabajo, poniendo en manos de la gente de las poblaciones cañeras, tierra de calidad y con apoyo financiero para mejorar las condiciones de vida de los moradores/as, de las comunidades cañeras de la Región Enriquillo.
Por: Santo Salvador.