El papa Francisco pronunció estas palabras desde la ventana del palacio apostólico del Vaticano, momentos después de rezar el Ángelus, con motivo de la celebración de la Asunción de la Virgen. Y expreso para ellos “consolación y un futuro de serenidad y concordia”.
Jorge Bergoglio condenó “las ansias y el dolor de las poblaciones que en muchas partes del mundo sufren a causa de calamidades naturales, tensiones sociales o conflictos” y los encomendó a la Virgen para que obtengan consuelo y serenidad.
Anteriormente, ofreció a los miles de fieles presentes en la Plaza de San Pedro del Vaticano una homilía centrada en los valores de la misericordia, del perdón y de la comprensión hacia los demás.
Igualmente el Papa Francisco defendió la humildad como elemento fundamental que todos los católicos deben practicar a diario en sus vidas.